Un joven viajaba en un bus como todas las semanas, y al igual que siempre el paisaje no cambiaba. Pero como todas las cosas siempre aparecen en los momentos que menos esperamos que sucedan, el joven mientras seguía la línea de la carretera vio a una bella mujer a una orilla de ella, solo basto un momento para que él quedara totalmente cautivado, a pesar que no haber alcanzado a divisar toda su belleza. Solo bastó ese momento, ese pequeño lapso de tiempo para ya no poder quitársela de su cabeza, tanto así que no supo en que momento llegó a su destino. En el mismo momento en que puso un pie en tierra supo que no la volvería a ver nunca mas, pero él no podía vivir con eso, ¿Por qué no actuó de otra forma?, ¿Por qué no se bajó en ese mismo momento?, se preguntaba intranquilamente, sugestionándose mil y un mundos distintos de haber hecho algo al respecto en el mismo momento que la vio.
– Yo podría hacer algo al respecto- dijo una pequeña voz. Él bajó la mirada para ver aquel pequeño niño que le hablaba.
- De que estas hablando pequeño- le dijo.
- Primero no me llames pequeño, y segundo yo puedo hacer que vuelvas a revivir ese momento, para que tengas ese encuentro en el que sueñas- el pequeño niño lo miraba con unos ojos que eran capaces de absorber el mismo universo.
- La verdad no entiendo muy bien que es lo que pretendes, pero si es por volver a repetir ese momento me arriesgo a cualquier cosa- dijo el joven sin vacilar.
- Esta bien, yo puedo hacer que vivas tu vida de nuevo, y antes del encuentro recordaras lo que tienes que hacer, pero a cambia, después de ese día tu alma y tu ser serán míos para siempre- dijo el niño.
- Bueno, solo un día necesito nada más.-
- Es un trato entonces- le extendió la mano.
- Si, es un trato.-
En el mismo momento del contacto de ambos manos el joven volvió al comienzo de su vida, la cual se repitió tal cual sin ningún cambio alguno, no porque no se pudiera cambiar, sino porque él instintivamente repetía todo para que ese día llegara tal cual como él lo había vivido. Así pasaron los años hasta que el día llegó, unas horas antes de subir al bus recordó todo lo que había pasado, entonces impacientemente se subió al bus atento al momento en que se bajaría de el. Así mientras sus ojos recorrían la carretera mientras se acercaba cada vez más el lugar donde la vio, unos metros antes se bajó. Caminó y caminó, ya había pasado el lugar donde ella debería estar pero aun no la podía encontrar. Caminó hasta llegar a un lugar en el cual se dio cuenta que ya no podía seguir, no porque le faltaran fuerzas, sino que ya se había dado cuenta que ella no iba aparecer, y mirando al cielo se preguntó ¿Por qué?
- Porque las cosas solo se pueden vivir una vez- dijo una pequeña voz conocida.
- ¡tu!, Me engañaste- gritó furioso el joven.
- Te equivocas, el único que se a engañado todo este tiempo has sido tu mismo, no te das cuenta que en la vida las oportunidades son únicas, no puedes esperar que algo que no hiciste antes lo puedas hacer si es que se repiten las cosas. Debes aprender hacer las cosas en el mismo momento en que se te presentan, no dudar nunca- sus palabras resonaban en la cabeza del ahora confundido joven.
Aprovecha el ultimo día que te queda, has vivido una vida dos veces esperando por algo que no fuiste capas de reconocer la primera vez que se te presentó, para otra vez tendrás que actuar sin pensar, pero para ti no hay otra oportunidad.
“El ver tus ojos es como estar en un sueño eterno del cual nunca podría despertar, por suerte existen los besos que te devuelven a la realidad.”
PsichoBitE
0 comentarios:
Publicar un comentario