En ese tiempo cuando caminaba por las ciudades sin rumbo fijo simplemente viendo a la gente pasar. Un día la vi, llevaba un vestido azul que aun tengo grabado en mis ojos, era ella la chica del sol en los ojos, esa hermosura y gracia al moverse me cautivo completamente, con ella sentía que podría vivir en un mundo de sueños para siempre si estuviera a mi lado. Pero las cosas no se dan como uno quiere, tan rápido como la vi ella desapareció completamente.
Pasaron los años y me iba a casar con una chica que quería, con la cual podría estar toda mi vida pero siempre dentro de la realidad. Dos días antes de la boda la volví a ver, a la del vestido azul. Llevaba otra ropa otro peinado pero era totalmente reconocible a mis ojos. Dudé en llevar a cabo la boda, dejar todo en ese momento, pero no fue así, ella volvió a desaparecer.
Todos los años que siguieron la volvía a ver siempre con la misma gracia y belleza, aunque nunca llevara el mismo estilo yo podía reconocerla. Un día la llegué a conocer, supe su nombre y hablamos un rato, esa noche casi destruyo todo al llegar a casa, pero no lo hice.
Ahora me encuentro en una habitación de un hotel con la chica del vestido azul, en una aventura con ella, traicionando a mi mujer. No pude controlar más mis impulsos, esos que debí a ver escuchado hace mucho tiempo. Podría estar con ella ahora y para siempre pero se que no será así, al salir de esta habitación yo solo seré un muñeco mas, yo soy solo una aventura en su vida eso lo tengo muy claro, con ella nunca hubiese conseguido una vida estable, pero hubiese vivido un sueño juntos. Ahora solo tendré que conformarme con una noche de fría pasión, melancolía y frustración.
Hay mujeres en la vida que solo están hechas para ser amadas, con ellas solo puedes soñar, vivir fantasías de una noche, ser musas de tristes y bellas historias, pero aun así no debes arrepentirte de amarlas, a fin de cuenta ellas son parte de un bello sueño, y los sueños nunca son malos solo que no son eternos.
Pasaron los años y me iba a casar con una chica que quería, con la cual podría estar toda mi vida pero siempre dentro de la realidad. Dos días antes de la boda la volví a ver, a la del vestido azul. Llevaba otra ropa otro peinado pero era totalmente reconocible a mis ojos. Dudé en llevar a cabo la boda, dejar todo en ese momento, pero no fue así, ella volvió a desaparecer.
Todos los años que siguieron la volvía a ver siempre con la misma gracia y belleza, aunque nunca llevara el mismo estilo yo podía reconocerla. Un día la llegué a conocer, supe su nombre y hablamos un rato, esa noche casi destruyo todo al llegar a casa, pero no lo hice.
Ahora me encuentro en una habitación de un hotel con la chica del vestido azul, en una aventura con ella, traicionando a mi mujer. No pude controlar más mis impulsos, esos que debí a ver escuchado hace mucho tiempo. Podría estar con ella ahora y para siempre pero se que no será así, al salir de esta habitación yo solo seré un muñeco mas, yo soy solo una aventura en su vida eso lo tengo muy claro, con ella nunca hubiese conseguido una vida estable, pero hubiese vivido un sueño juntos. Ahora solo tendré que conformarme con una noche de fría pasión, melancolía y frustración.
Hay mujeres en la vida que solo están hechas para ser amadas, con ellas solo puedes soñar, vivir fantasías de una noche, ser musas de tristes y bellas historias, pero aun así no debes arrepentirte de amarlas, a fin de cuenta ellas son parte de un bello sueño, y los sueños nunca son malos solo que no son eternos.
PsichoBitE